miércoles, 2 de septiembre de 2015

La ciencia de Inside Out

Autores: Dacher Kelter / Paul Ekman


Hace cinco años, el escritor y director Pete Docter, de Pixar, llegó a nosotros [Dacher Kelter y Paul Ekman] para hablar sobre una idea para una película, una que mostraría cómo trabajan las emociones dentro de la cabeza de una persona y, al mismo tiempo, dan forma a su vida externa con los demás. Quería hacer todo esto en la mente de una niña de 11 años que atraviesa por unos días difíciles en su vida.

Como científicos que han estudiado la emoción por décadas, estábamos encantados de que recurriera a nosotros y terminamos siendo consultores científicos para la película Inside Out, que fue recientemente lanzada.

Nuestras conversaciones con el señor Docter y su equipo eran generalmente sobre la ciencia relacionada con preguntas dirigidas al corazón de la historia: ¿Cómo es que las emociones gobiernan el flujo de la conciencia? ¿Cómo colorean las emociones nuestros recuerdos del pasado? ¿Cómo es la vida emocional de una niña de 11 años? (Estudios han encontrado que la experiencia de emociones positivas empieza a caer precipitadamente en frecuencia e intensidad a esa edad.)

Inside Out es acerca de cinco emociones —representadas por los personajes Enojo, Disgusto, Miedo, Tristeza y Alegría— que pelean por tener el control de la mente de una niña de 11 años llamada Riley durante el tumulto de una mudanza de Minnesota a San Francisco. (Uno de nosotros sugirió que el filme incluyera toda la variedad de emociones que son ahora estudiadas por la ciencia, pero el señor Docter rechazó esta idea por la simple razón de que la historia solamente podría manejar cinco o seis personajes.)

La personalidad de Riley está principalmente definida por Alegría, lo cual encaja con lo que sabemos desde la ciencia. Estudios han encontrado que nuestras identidades están definidas por emociones específicas que dan forma a cómo percibimos el mundo, cómo nos expresamos y las respuestas que evocamos en otros.

Pero la verdadera estrella del filme es Tristeza, pues Inside Out es una historia sobre pérdidas y lo que la gente gana cuando es guiada por un sentimiento como este. Riley pierde amigos y su hogar en su mudanza desde Minnesota; aún más conmovedor, ha entrado en sus años preadolescentes, lo cual implica la pérdida de la niñez.

Tenemos, sin embargo, algunas pequeñas objeciones acerca de la descripción de la tristeza en Inside Out. Tristeza es vista como un personaje tedioso y perezoso al que Alegría literalmente tiene que arrastrar por toda la mente de Riley; en contraste, estudios han encontrado que la tristeza se asocia con una elevada excitación fisiológica que activa el cuerpo para responder ante la pérdida. Además, en la película, Tristeza es desaliñada y desagradable, pero, más a menudo en la vida real, la tristeza de una persona empuja a otras a consolarla y ayudarla.

Dejando estas pequeñas objeciones de lado, de cualquier manera, la descripción de la tristeza dramatiza exitosamente dos conocimientos importantes de la ciencia de la emoción.

Primero, las emociones organizan —más que perturbar— el pensamiento racional. Tradicionalmente, en la historia del pensamiento occidental, la percepción prevaleciente ha sido que las emociones son enemigas de la racionalidad y perturban las relaciones sociales de cooperación, pero la verdad es que las emociones guían nuestras percepciones del mundo, nuestros recuerdos del pasado, nuestros juicios morales del bien y el mal, más típicamente en formas que activan respuestas ante una situación actual. Por ejemplo, estudios han encontrado que, cuando estamos enojados, nos sintonizamos fuertemente para lo que es injusto, lo cual ayuda a animar acciones que remedien la injusticia.

Vemos esto en Inside Out. Tristeza gradualmente toma control de los procesos del pensamiento de Riley sobre los cambios que está atravesando; esto es más evidente cuando Tristeza agrega tonos azules a las imágenes de los recuerdos de Riley de su vida en Minnesota. Estudios científicos han encontrado que nuestras emociones actuales dan forma a lo que recordamos del pasado; esta es una función vital de Tristeza en la historia: guía a Riley a reconocer los cambios que está atravesando y lo que ha perdido, lo cual prepara el escenario para que desarrolle nuevas facetas de su identidad.

Segundo, las emociones organizan —más que perturbar— nuestra vida social. Estudios han encontrado, por ejemplo, que las emociones estructuran (no sólo colorean) tales interacciones sociales dispares como el apego entre padres e hijos, conflictos entre hermanos, coqueteos entre jóvenes y negociaciones entre rivales.

Otros estudios han encontrado que es el enojo (más que un sentido de identidad política) el que mueve protestas sociales colectivas y remedia la injusticia. Investigación conducida por uno de nosotros ha encontrado que las expresiones de vergüenza inclinan a otros al perdón cuando hemos actuado de maneras que violan momentáneamente las normas sociales.

Este conocimiento, también, es dramatizado en la película. Tal vez te sientas inclinado a pensar en la tristeza como un estado definido por la inacción y la pasividad —la ausencia de cualquier acción propositiva—, pero, en Inside Out, tal como en la vida real, la tristeza motiva a la gente a unirse en respuesta a la pérdida. Vemos esto primero en un estallido de enojo que hace Riley durante la cena que la hace subir a su cuarto hecha una tormenta para luego tumbarse en una habitación oscura, dejando a su papá preguntándose qué hacer.

Y hacia el final de la historia, es Tristeza la que lleva a Riley a reunirse con sus papás, implicando formas de contacto y sonidos emocionales llamados “estallidos vocales” (que uno de nosotros ha estudiado en el laboratorio), que expresan las profundas delicias del encuentro.

Inside Out ofrece un nuevo acercamiento a la tristeza. Su premisa principal es: abraza a la tristeza, déjala ser, involúcrate pacientemente con los conflictos emocionales del preadolescente. La tristeza aclarará lo que se ha perdido (la niñez) y moverá a la familia hacia lo que se ha ganado: los cimientos de nuevas identidades para niños y padres por igual.


Dacher Kelter es profesor de psicología en la Universidad de California, Berkeley. Paul Ekman es profesor emérito de psicología en la Universidad de California, San Francisco.