Autores: Dacher
Kelter / Paul
Ekman
Hace cinco años, el escritor y
director Pete Docter, de Pixar, llegó a nosotros [Dacher Kelter y Paul Ekman] para hablar sobre una idea
para una película, una que mostraría cómo trabajan las emociones dentro de la
cabeza de una persona y, al mismo tiempo, dan forma a su vida externa con los
demás. Quería hacer todo esto en la mente de una niña de 11 años que atraviesa por
unos días difíciles en su vida.
Como científicos que han estudiado la
emoción por décadas, estábamos encantados de que recurriera a nosotros y terminamos siendo
consultores científicos para la película Inside
Out, que fue recientemente lanzada.
Nuestras conversaciones con el señor
Docter y su equipo eran generalmente sobre la ciencia relacionada con preguntas
dirigidas al corazón de la historia: ¿Cómo es que las emociones gobiernan el
flujo de la conciencia? ¿Cómo colorean las emociones nuestros recuerdos del
pasado? ¿Cómo es la vida emocional de una niña de 11 años? (Estudios han
encontrado que la experiencia de emociones positivas empieza a caer precipitadamente
en frecuencia e intensidad a esa edad.)
Inside Out es acerca de cinco emociones
—representadas por los personajes Enojo, Disgusto, Miedo, Tristeza y Alegría—
que pelean por tener el control de la mente de una niña de 11 años llamada
Riley durante el tumulto de una mudanza de Minnesota a San Francisco. (Uno de
nosotros sugirió que el filme incluyera toda la variedad de emociones que son
ahora estudiadas por la ciencia, pero el señor Docter rechazó esta idea por la
simple razón de que la historia solamente podría manejar cinco o seis
personajes.)
La personalidad de Riley está
principalmente definida por Alegría, lo cual encaja con lo que sabemos
desde la ciencia. Estudios han encontrado que nuestras identidades están
definidas por emociones específicas que dan forma a cómo percibimos el mundo,
cómo nos expresamos y las respuestas que evocamos en otros.
Pero la verdadera estrella del filme
es Tristeza, pues Inside Out es una
historia sobre pérdidas y lo que la gente gana cuando es guiada por un
sentimiento como este. Riley pierde amigos y su hogar en su mudanza desde
Minnesota; aún más conmovedor, ha entrado en sus años preadolescentes, lo cual
implica la pérdida de la niñez.
Tenemos, sin embargo, algunas pequeñas
objeciones acerca de la descripción de la tristeza en Inside Out. Tristeza es vista como un personaje tedioso y perezoso
al que Alegría literalmente tiene que arrastrar por toda la mente de Riley; en
contraste, estudios han encontrado que la tristeza se asocia con una elevada
excitación fisiológica que activa el cuerpo para responder ante la pérdida. Además,
en la película, Tristeza es desaliñada y desagradable, pero, más a menudo en la
vida real, la tristeza de una persona empuja a otras a consolarla y ayudarla.
Dejando estas pequeñas objeciones de
lado, de cualquier manera, la descripción de la tristeza dramatiza exitosamente
dos conocimientos importantes de la ciencia de la emoción.
Primero, las emociones organizan —más
que perturbar— el pensamiento racional. Tradicionalmente, en la historia del
pensamiento occidental, la percepción prevaleciente ha sido que las emociones
son enemigas de la racionalidad y perturban las relaciones sociales de
cooperación, pero la verdad es que las emociones guían nuestras percepciones del
mundo, nuestros recuerdos del pasado, nuestros juicios morales del bien y el
mal, más típicamente en formas que activan respuestas ante una situación
actual. Por ejemplo, estudios han encontrado que, cuando estamos enojados, nos
sintonizamos fuertemente para lo que es injusto, lo cual ayuda a animar
acciones que remedien la injusticia.
Vemos esto en Inside Out. Tristeza gradualmente toma control de los procesos del
pensamiento de Riley sobre los cambios que está atravesando; esto es más
evidente cuando Tristeza agrega tonos azules a las imágenes de los recuerdos de
Riley de su vida en Minnesota. Estudios científicos han encontrado que nuestras
emociones actuales dan forma a lo que recordamos del pasado; esta es una
función vital de Tristeza en la historia: guía a Riley a reconocer los cambios
que está atravesando y lo que ha perdido, lo cual prepara el escenario para que
desarrolle nuevas facetas de su identidad.
Segundo, las emociones organizan —más
que perturbar— nuestra vida social. Estudios han encontrado, por ejemplo, que
las emociones estructuran (no sólo colorean) tales interacciones sociales
dispares como el apego entre padres e hijos, conflictos entre hermanos,
coqueteos entre jóvenes y negociaciones entre rivales.
Otros estudios han encontrado que es
el enojo (más que un sentido de identidad política) el que mueve protestas
sociales colectivas y remedia la injusticia. Investigación conducida por uno de
nosotros ha encontrado que las expresiones de vergüenza inclinan a otros al perdón
cuando hemos actuado de maneras que violan momentáneamente las normas sociales.
Este conocimiento, también, es
dramatizado en la película. Tal vez te sientas inclinado a pensar en la
tristeza como un estado definido por la inacción y la pasividad —la ausencia de
cualquier acción propositiva—, pero, en Inside
Out, tal como en la vida real, la tristeza motiva a la gente a unirse en
respuesta a la pérdida. Vemos esto primero en un estallido de enojo que hace Riley durante la
cena que la hace subir a su cuarto hecha una tormenta para luego tumbarse en una habitación
oscura, dejando a su papá preguntándose qué hacer.
Y hacia el final de la historia, es
Tristeza la que lleva a Riley a reunirse con sus papás, implicando formas de
contacto y sonidos emocionales llamados “estallidos vocales” (que uno de
nosotros ha estudiado en el laboratorio), que expresan las profundas delicias
del encuentro.
Inside Out ofrece un nuevo acercamiento a la
tristeza. Su premisa principal es: abraza a la tristeza, déjala ser, involúcrate
pacientemente con los conflictos emocionales del preadolescente. La tristeza
aclarará lo que se ha perdido (la niñez) y moverá a la familia hacia lo que se
ha ganado: los cimientos de nuevas identidades para niños y padres por igual.
Dacher
Kelter es profesor de psicología en la Universidad de California, Berkeley.
Paul Ekman es profesor emérito de psicología en la Universidad de California,
San Francisco.
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